RAZONES ADOLESCENTES PARA LA EDAD TARDÍA:
; Porque entre cándida y
loca,
como la pobre Violeta,
también un día yo he vuelto
de nuevo a los diecisiete.
Porque el alma se me abre
como despierta la flor
a los susurros del sol
cuando tu voz me
conmueve.
Porque la vida repica
como campana en
abril,
como agua clara del río,
si llega tu risa a
mí.
Porque vibran mis latidos,
mis nervios, mis
pulsaciones,
y siento mil corazones
cuando adivino tu
aliento.
Porque hacia el ocaso ya
ha vuelto a crecer, de
pronto,
un rojo y ardiente sol
que estaba, de frío,
yermo...
Porque esta tibia luz
será mi última
estrella
y quiero aferrarme a ella....
porque los ojos
se anegan
cuando me asalta el temblor
de que es un vuelo
fugaz,
caricia, consuelo apenas
a un gastado
corazón
de desoladas ausencias.
martes, 8 de mayo de 2012
lunes, 9 de abril de 2012
Es curioso que sea cuando uno se va haciendo mayor, que conforme se va acercando a su final, vaya viendo con mayor claridad que el fundamento absoluto de la vida, el motor, es siempre el amor, sin sustitutivo posible. Solo el amor nos salva, en efecto. Así que...¿qué hacer cuando el amor nos deja, cuando se va olvidando de nostros, cuando nos huye por mucho que intentemos asirnos a él?. ¿Qué hacer, cómo sobrevivir si el amor se va y nos deja deshabitados?
EVOCACIÓN:
Después de tanto esfuerzo
inútil por amarnos
él me dijo, a ciegas,
sin poder o sin querer
mirarme, en la soledad
de la noche:
"Te quiero...,¿no me oyes?,
he dicho que te quiero".
Mi voz nacía lenta,
lejana, fría....el corazón
se me helaba. Y dije
solamente:
"no es preciso,
no hace falta que mientas".
Después de tanto esfuerzo
inútil por amarnos
él me dijo, a ciegas,
sin poder o sin querer
mirarme, en la soledad
de la noche:
"Te quiero...,¿no me oyes?,
he dicho que te quiero".
Mi voz nacía lenta,
lejana, fría....el corazón
se me helaba. Y dije
solamente:
"no es preciso,
no hace falta que mientas".
Y DE OTROS AFECTOS: (Esto también lo escribí hace una eternidad.)
¿Me ofrecerías tu pecho
para volcar en él tanta fatiga,
todo el trabajo y la nostalgia vieja
que arrastro desde...
hace siglos, desde antes,
muy anterior a la vida concreta,
mucho más vieja que yo,
que me esperaba ya
antes de nacer?.
¿Me ofrecerías tu pecho
para dormir a tu calor,
a tu resguardo,
dulce y blando reposo;
tu regazo fuerte de hombre
que comprende
y que aún guardaría la ternura
insobornable de un niño
si se la pidiese?.
Recobraría así, de pronto,
¿quién sabe?, la alegría,
y saldría de nuevo
a la calle a sabiendas
de que en todas las cosas
que mire o que haga,
- y más allá de ellas-
existe el apoyo, la afirmación,
el pulso solidario...;
que en todas las cosas
que sienta o que vea,
- y más allá de ellas-
otros ojos ven a través
de mis ojos, como yo
capto el mundo
a través de otra mirada.
.............................................
¿O acaso es una visión
fugaz,
¿Me ofrecerías tu pecho
para volcar en él tanta fatiga,
todo el trabajo y la nostalgia vieja
que arrastro desde...
hace siglos, desde antes,
muy anterior a la vida concreta,
mucho más vieja que yo,
que me esperaba ya
antes de nacer?.
¿Me ofrecerías tu pecho
para dormir a tu calor,
a tu resguardo,
dulce y blando reposo;
tu regazo fuerte de hombre
que comprende
y que aún guardaría la ternura
insobornable de un niño
si se la pidiese?.
Recobraría así, de pronto,
¿quién sabe?, la alegría,
y saldría de nuevo
a la calle a sabiendas
de que en todas las cosas
que mire o que haga,
- y más allá de ellas-
existe el apoyo, la afirmación,
el pulso solidario...;
que en todas las cosas
que sienta o que vea,
- y más allá de ellas-
otros ojos ven a través
de mis ojos, como yo
capto el mundo
a través de otra mirada.
.............................................
¿O acaso es una visión
fugaz,
una alucinación que pasa
como
eso a lo que llaman
amor?
como
eso a lo que llaman
amor?
Escrito hace mucho, mucho, saliendo apenas de la adolescencia...tal vez antes
(A León Felipe):
A veces pienso
que podría aguantarlo,
soportar hasta la sonrisa
toda esta estúpida noria
si tuviera acaso la sospecha
de que aquel día,
a punto ya de caer la gran noche,
tú me sonreirás
y vendrás a enjugar
las lágrimas del hombre,
todas las lágrimas
de mis rostro
con tus labios...
Todavía no me he conformado
con que sean
solo glorificadas.
A veces pienso que podría
soportarlo hasta la sonrisa...
Y a veces pienso...que...
total, ¿qué más dará?.
¿Cómo se detiene esta estúpida noria?.
Ni siquiera intuyo
tu ternura ni tus labios..
pero....deseo tanto,
tanto que sean la salida
del laberinto.
(A León Felipe):
A veces pienso
que podría aguantarlo,
soportar hasta la sonrisa
toda esta estúpida noria
si tuviera acaso la sospecha
de que aquel día,
a punto ya de caer la gran noche,
tú me sonreirás
y vendrás a enjugar
las lágrimas del hombre,
todas las lágrimas
de mis rostro
con tus labios...
Todavía no me he conformado
con que sean
solo glorificadas.
A veces pienso que podría
soportarlo hasta la sonrisa...
Y a veces pienso...que...
total, ¿qué más dará?.
¿Cómo se detiene esta estúpida noria?.
Ni siquiera intuyo
tu ternura ni tus labios..
pero....deseo tanto,
tanto que sean la salida
del laberinto.
Texto escrito hacia el año 89.
Mi deseo de ti
nunca se extingue,
no mengua ni se aplaca,
solo crece.
He luchado contra él
algunas veces;
pero es mi refugio
de anhelo y de esperanza,
mi evasión del vacio,
mi meta de ternura,
la salvaje alegría
que me trae un dolor
irremediable:
la pena sin final
y ya sin ira
de saber que no fue
ni pudo ser,
que ya jamás será,
que solo es ansiedad
sin rumbo ni sentido,
cual veleta sin vientos
o brújula sin norte;
que jamás existió,
que solo ha existido
entre cuatro paredes
- los muros de mi pecho-
deambulando perdido
de mis ojos
a mis besos
que no encuentran salida
ni objeto en que volcarse.
Mi deseo de ti
nunca se extingue,
no mengua ni se aplaca,
solo crece.
He luchado contra él
algunas veces;
pero es mi refugio
de anhelo y de esperanza,
mi evasión del vacio,
mi meta de ternura,
la salvaje alegría
que me trae un dolor
irremediable:
la pena sin final
y ya sin ira
de saber que no fue
ni pudo ser,
que ya jamás será,
que solo es ansiedad
sin rumbo ni sentido,
cual veleta sin vientos
o brújula sin norte;
que jamás existió,
que solo ha existido
entre cuatro paredes
- los muros de mi pecho-
deambulando perdido
de mis ojos
a mis besos
que no encuentran salida
ni objeto en que volcarse.
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